Un desafío clave de nuestro tiempo es mantener la biodiversidad y al mismo tiempo satisfacer una mayor demanda de alimentos. La intensificación ecológica (IE) se ha convertido en un nuevo paradigma para aumentar la sostenibilidad, promoviendo políticas de conservación a nivel de paisaje y de granja para aumentar la biodiversidad local, a cambio proporciona a los agricultores servicios ecosistémicos como la polinización control de plagas ciclo de nutrientes y el secuestro de carbono, así como los valores culturales. Particularmente, el Mediterráneo central de Chile, un “Hot spot” de biodiversidad reconocido a nivel mundial, donde la producción de fruta está aumentando rápidamente para satisfacer las demandas locales y globales y que actualmente depende de insumos externos para obtener altos rendimientos y una expansión continua en áreas naturales, con efectos negativos ambientales duraderos. Para proteger la biodiversidad y promover la producción sostenible de cultivos a largo plazo, existe una necesidad crítica de reunir evidencia empírica sobre los impactos de la expansión agrícola en la biodiversidad y los servicios ecosistémicos asociados, a diferentes escalas espaciales. A pesar de la creciente evidencia científica de la capacidad de las prácticas de IE para mejorar los rendimientos agrícolas, particularmente en el hemisferio norte, en ecosistemas semiáridos o mediterráneos, hay poca evidencia de avanzar hacia una agricultura más sostenible. En este proyecto se reúne a un equipo de investigadores multidisciplinario con el objetivo comprender la contribución de la biodiversidad a los servicios ecosistémicos relevantes para la agricultura, cuantificar su contribución al rendimiento de los cultivos en la zona central de Chile y su relación con diferentes prácticas agrícolas, a diferentes escalas espaciales (niveles de paisaje y granja) y el uso de nuevas técnicas moleculares, para responder preguntas relevantes e implementar soluciones sostenibles agricultura y servicios ecosistémicos, así como comprender los impulsores y las limitaciones para la transición a las prácticas de IE, lo que nos permite dirigir la investigación y la acción política.